Como ya anunciaba desde su campaña electoral, los inmigrantes no lo tendrán nada fácil mientras que el esté de mandatario. Una vez ya creado el Ministerio de Inmigración e Identidad Nacional, el cual ya genero reacciones en la izquierda, comienza el "test de sangre" en Francia.
Explicando rápidamente en que consiste el famoso "test" , se podría decir que si un niño africano tiene a sus padres trabajando en este Estado, no podrá estar con ellos a no ser que supere un examen de francés y sobre «los valores republicanos», siendo necesaria también una prueba de ADN para los solicitantes de reagrupamiento familiar. Este test, será ineludible para todos los menores de 65 años.
Como era de esperar, las críticas han sido numerosas. A juicio de la presidenta de la OMDH (Organización Marroquí de Derechos Humanos), «esta nueva iniciativa es, simplemente, un liberticidio», «viola el derecho fundamental de los individuos a ser libres» añadiendo que «los lazos familiares no pueden limitarse exclusivamente a los lazos de sangre».
Probablemente, lo irónico de todo este asunto sea ver a un hijo de inmigrantes, tomar este tipo de medidas contra ellos.
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